1. Introducción
Las islas actúan como laboratorios de movilidad donde conviven flujos residenciales, turísticos, laborales y migratorios irregulares. Su condición de fragmentación geográfica y dependencia de conexiones externas imprime rasgos singulares a cada tipo de desplazamiento. Comprender estos procesos resulta esencial para garantizar la cohesión territorial, el desarrollo económico y la protección de derechos humanos. En este artículo se analizan tres grandes categorías de movilidad insular, las infraestructuras que las soportan, las migraciones temporales y los retos de gobernanza derivados de estas dinámicas.
2. Tipos de movilidad insular
2.1 Movilidad residente
La movilidad residente se refiere al desplazamiento de población con destino o procedencia permanente en las islas. En Canarias, el 85 % de los movimientos internos se concentran en las medianías y capitales de Tenerife y Gran Canaria, donde la oferta de servicios públicos y empleo resulta más atractiva. Estos flujos se traducen en un crecimiento anual del 0,3 % de la población empadronada, según ISTAC (2023). Las políticas de vivienda y empleo local determinan en gran medida el sentido y la magnitud de estos desplazamientos: zonas con mayor stock de vivienda pública registran menor emigración de jóvenes.
2.2 Movilidad estacional
La movilidad estacional obedece a la alternancia de picos masivos turísticos y a la llegada de trabajadores temporales en el sector agrícola y de la construcción. En julio y agosto, el número de pasajeros en aeropuertos canarios se incrementa un 45 % respecto a la media anual, alcanzando cerca de 3 millones semanales (INE, 2024). Paralelamente, cada temporada recolectora acuden a las islas entre 25 000 y 35 000 temporeros —procedentes en un 60 % de la Península y 40 % del Norte de África— para trabajar en fincas de plátano y tomate. Estas oscilaciones presionan infraestructuras de transporte, sanidad y alojamiento, y su gestión exige planes de movilidad y alojamiento provisionales.
2.3 Movilidad circular
La circulación periódica de estudiantes, profesionales y jubilados multiplica los intercambios entre islas y el exterior. Programas como Erasmus+ movilizan cada año a unos 4 500 estudiantes canarios a universidades peninsulares y europeas, mientras que cerca de 3 000 jóvenes peninsulares cursan estudios en la ULPGC y la ULL. A nivel laboral, el teletrabajo internacional ha permitido a cerca de 12 000 profesionales residir en las islas durante tres meses al año sin perder su empleo en Europa continental. Estos ciclos favorecen un conocimiento mutuo y redes de colaboración, pero plantean desafíos en la gestión de plazas residenciales y servicios municipales.
3. Infraestructuras y conexiones
3.1 Tráfico aéreo
El transporte aéreo es la columna vertebral de la conectividad insular. Canarias registró 21,3 millones de pasajeros en 2024, gestionados por ocho aeropuertos principales y operados por aerolíneas de red y de bajo coste (Ryanair, easyJet, Binter). Las rutas directas a Berlín, Londres o Madrid funcionan con frecuencias diarias, reduciendo el aislamiento y dinamizando el turismo. Sin embargo, la dependencia de los combustibles fósiles y la estacionalidad de la demanda cuestionan la sostenibilidad a largo plazo.
3.2 Redes marítimas
Los ferries interinsulares y los buques de línea de cabotaje garantizan el transporte de mercancías, vehículos y pasajeros entre islas. La flota canaria, compuesta por 12 embarcaciones, mueve anualmente 3,4 millones de pasajeros y 1,2 millones de vehículos (ISTAC, 2024). Las rutas principales unen Tenerife con Gran Canaria en 1 h 15 min y con La Palma en 2 h 30 min, soportando también el abastecimiento de bienes de consumo. Las inversiones en buques híbridos (gasoil–gás licuado) buscan reducir emisiones y mejorar la regularidad de los servicios ante temporales.
3.3 Conectividad digital
La instalación de fibra óptica submarina y la extensión de la banda ancha han mitigado parte de la “brecha insular”. En 2025, el 96 % de los hogares canarios disponen de conexiones superiores a 100 Mbps, permitiendo el auge del teletrabajo y la telemedicina. Esta conectividad favorece la movilidad circular de profesionales y el acceso a formación en línea, al tiempo que reduce los desplazamientos físicos. No obstante, persisten zonas rurales con cobertura limitada, lo que exige inversiones focalizadas para garantizar la igualdad de oportunidades.
4. Migraciones temporales y laborales
4.1 Temporeros agrícolas
La contratación de mano de obra estacional responde a ciclos de cultivo intensivos en plátano, tomates y papas. Los convenios con agencias de trabajo temporal canarias y peninsulares gestionan alrededor de 30 000 contratos anuales, a los que se suman otros 12 000 trabajadores extranjeros con visado de temporada. La rotación –entrada, trabajo de 2–4 meses y retorno– genera dinámicas socioeconómicas donde las remesas y la transferencia de habilidades son significativas. Sin embargo, surgen tensiones por condiciones laborales y acceso a servicios sociales en municipios de alta demanda estacional.
4.2 Movilidad estudiantil
La atracción de estudiantes del programa Erasmus y de titulaciones con prácticas obligatorias (turismo, hostelería, oceanografía) ha generado en los últimos cinco años un incremento del 18 % de plazas universitarias ocupadas por foráneos. Estos estudiantes contribuyen a la dinamización de la demanda de vivienda de corta estancia –pisos compartidos y residencias– y a la diversificación cultural. Las universidades canarias ofrecen además programas bilaterales con universidades latinoamericanas, movilizando a un centenar de alumnos anuales entre islas y América.
4.3 Flujos irregulares
La Ruta de las Canarias, tramo atlántico de la migración irregular desde el África subsahariana, registró 421 detecciones en 2017 y 1 215 en 2018, estabilizándose en torno a 900 anuales desde 2021 (Frontex). Estos movimientos vulnerables requieren coordinación entre Guardia Civil, Marina y ONG para búsqueda, rescate y acogida. La presión sobre plazas de internamiento y la gestión de asilo evidencian la necesidad de marcos europeos de reparto y atención humanitaria adaptados a realidades insulares.
5. Estudios de caso comparados
El proyecto RE-PLACE (2022–2024) coordinado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria compara cuatro archipiélagos del Atlántico Norte:
Azores: elevada circulación de emigrantes retornados de Estados Unidos y Europa.
Madeira: predominio del turismo residencial de largo plazo desde Reino Unido.
Cabo Verde: flujos mixtos de retorno de diáspora y llegada de continentales por vínculos históricos.
Islandia: movilidad circular de profesionales especializados en energía geotérmica.
Las diferencias responden al legado colonial, las políticas de mercado laboral y la oferta universitaria local. Este análisis permite extraer buenas prácticas en atracción de talento, gestión de flujos irregulares y diversificación económica.
6. Desafíos de gobernanza
La gobernanza de la movilidad insular requiere marcos multinivel que articulen:
Visados y permisos de trabajo: flexibilizar trámites para programas temporales y circularidad sin sacrificar control sanitario y de seguridad.
Coordinación administrativa: entre ayuntamientos, cabildos, Estado y UE para estandarizar datos de flujos y responder con agilidad a aumentos estacionales.
Protección de derechos: garantizar condiciones laborales dignas para temporeros y atención a migrantes irregulares, conforme a convenios internacionales de la OIM y ACNUR.
Planificación de infraestructuras: anticipar demanda de transporte, vivienda y servicios en picos turísticos y agrícolas mediante modelos predictivos basados en Big Data.
7. Conclusiones
La movilidad humana en las islas combina flujos residentes, estacionales, circulares e irregulares que dependen de infraestructuras aéreas, marítimas y digitales. Su gestión exige políticas integradas que acomoden la temporalidad de la demanda y protejan derechos laborales y humanos. Los estudios comparados muestran que la diversificación de mercados y la coordinación multinivel son claves para mejorar la cohesión territorial. Futuras investigaciones deberían profundizar en el impacto ambiental de estos desplazamientos y en estrategias de adaptación basadas en la participación comunitaria.
Referencias
ISTAC. (2023). Informe anual de movilidad interinsular. Gobierno de Canarias.
INE. (2024). Movimientos de pasajeros en aeropuertos españoles. Ministerio de Transportes.
Frontex. (2021). Annual Risk Analysis. European Border and Coast Guard Agency.
RE-PLACE Consortium. (2024). Atlantic Archipelagos Mobility Report. ULPGC.
International Organization for Migration (IOM). (2025). Global Migration Data Analysis Centre.
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